jueves, 12 de mayo de 2016

CÓMO EDUCAR PARA LA IGUALDAD DESDE LOS PRIMEROS AÑOS

Seis acciones para redefinir los roles de género y transformar las normas sociales.

Todas las personas, pero en particular padres y madres criando niños y niñas, podemos tomar acciones concretas para que los adultos de mañana crezcan libres de estereotipos, puedan desarrollar su potencial y no se vean limitados por su género. Los primeros años de vida son críticos para alimentar el desarrollo cognitivo y socio-emocional de los niños y las niñas. Es en este periodo que los niños y las niñas construyen su identidad a través de los vínculos que establecen con los adultos y los modelos de relacionarse que observan. También aprenden, a través de las pautas de crianza, qué comportamientos, gustos y habilidades se espera de ellos o ellas en función de su género.

Hay seis acciones que pueden contribuir a redefinir los roles de género y a transformar gradualmente las normas sociales y creencias que sustentan las desigualdades, desde la primera infancia. Si cada uno de nosotros se compromete con al menos una de estas acciones, entre todos, podemos hacer una diferencia:
1. Dando el ejemplo como padres y madres, compartiendo las responsabilidades de cuidado y las tareas domésticas, tratándose con respeto y valorando el trabajo no remunerado independientemente de quien lo haga, ya que, como lo transmite esta efectiva campaña en India, los patrones de género se transmiten de generación en generación. Los niños que crecen en hogares donde ambos progenitores comparten las responsabilidades laborales y familiares y donde se respetan mutuamente tienen mayores probabilidades de reproducir relaciones equitativas en su vida adulta.

2. Incentivando juegos, juguetes y libros no sexistas que no segreguen y categoricen espacios, temas, actividades y roles para niños y niñas. La existencia de secciones divididas en librerías y jugueterías para niños y niñas puede parecer inofensiva, pero su impacto no termina en la tienda. Desincentivar a una niña a leer un libro de dinosaurios o el espacio porque están etiquetados para varones puede traducirse mañana en que esta niña no escoja una carrera porque es para varones.

3. Asegurando que tanto niñas como niños aprendan y gradualmente tomen responsabilidades relacionadas con el cuidado, el orden y la limpieza, así como tomar decisiones, liderar iniciativas, expresar sus opiniones y resolver problemas apropiados para su edad.

4. Oponiéndose a cualquier burla sexista, comentario peyorativo o que refuerce roles estereotipados de género, desde preguntarle a un niño de 4 años cuantas novias tiene, hasta reírse de él porque tiene miedo o criticar a una niña porque se muestre dominante, vocifere sus opiniones enérgicamente o no se preocupe por su apariencia.

5. Incentivando a las niñas en el aprendizaje de matemáticas y enfrentando los sesgos inconscientes de que las matemáticas no son para ellas. En muchos países, el desempeño de las niñas en matemáticas es peor que el de los niños; ellas suelen pensar que no son buenas, pierden el interés en esta materia y esto es reforzado por los adultos (en el hogar y en la escuela) lo cual repercute más tarde en el bajísimo número de mujeres que escogen carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. En vez de esto las mujeres escogen carreras humanísticas con remuneraciones más bajas.

6. Brindando oportunidades para que las niñas tomen riesgos y realicen actividades físicas (trepar, reptar, hacer equilibrio) aunque puedan estar fuera de su zona de confort ya que estas contribuyen a desarrollar tanto destrezas físicas, como la confianza y autoeficacia para enfrentar desafíos y situaciones nuevas. Sobreproteger a las niñas e insistir en que tengan cuidado -en vez de incentivarlas a que superen su temor y desarrollen coraje como se hace con los varones- porque se las piensa frágiles y temerosas les enseña a evitar actividades fuera de su área de comodidad y no las prepara para ser protagonistas de su vida.


Construir sociedades igualitarias donde las niñas no crezcan en desventaja y tengan las mismas oportunidades que los niños, empieza por casa. Cada uno de nosotros puede hacer algo concreto para apoyar a las niñas, que pronto serán mujeres, a ampliar sus aspiraciones, a que desarrollen las aptitudes y habilidades para perseguirlas y a alcanzar sus ambiciones.


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